LAS CALLES OSCURAS
LAS CALLES OSCURAS Gerardo Barbera 1 Desperté mucho más temprano que de costumbre, eran cerca de las cuatro de la madrugada. La calle estaba oscura, no se veía ni un alma. ¡Bueno!, yo seguí caminando como si nada, aunque le tenía miedo al desgraciado perro, callejero de raza mestiza, desgraciado, yo sé que se esconde entre los oscuros arbustos, al cruzar la esquina de la bodega de Ramón. Dios, cómo pasan los años, ya quedan migajas, de la vieja bodega del difunto Ramón. 2 Cómo pasa el tiempo, Dios, cómo pasa la vida, hace pocos meses murió, se quedó dormido, sin alegrías, sentado en su silla de cuero....